domingo, 26 de abril de 2009

LOS RETOS Y DESAFÍOS DEL SISTEMA

La inspección laboral en el Perú

Según la Ley General de Inspección del Trabajo (Ley N° 28806) son tareas esenciales del sistema de inspección, las siguientes: vigilar el cumplimiento de la normativa sociolaboral y de seguridad social y orientar a trabajadores y empleadores en dichas materias.

Si bien el sistema de inspecciones se aboca a seguir tales lineamientos, tras los mismos existe una dimensión que aún no ha sido total y debidamente percibida al momento de llevar a cabo tanto acciones de fiscalización como de orientación. Realmente, lo que se busca es “crear una cultura de respeto a los derechos fundamentales del trabajo y de la seguridad y salud, para así conseguir una alta productividad laboral, con lo que la empresa alcance la competitividad necesaria que le permita afrontar los retos de crecimiento en el mercado globalizado”.

En el Perú, la Inspección del Trabajo cuenta con 425 funcionarios organizados en 23 direcciones regionales. Su ámbito de actuación es nacional, comprendiendo a más de un millón de organizaciones empresariales que involucran a casi 10 millones de asalariados del régimen privado laboral.

Tenemos, entonces, un gran desafío. Por un lado, al contar con una capacidad actual de fiscalización equivalente al 5% de las organizaciones empresariales o de los trabajadores comprendidos –que es la mitad de la que ostentan los países desarrollados–; por otro lado, debido al gran significado que el sistema de inspecciones tiene con respecto a la preservación de la paz social. De ahí que, sin duda alguna, se hace obligatorio trabajar en dos retos: 1) Optimización de la “eficiencia”. 2) La profundización de “la cultura laboral responsable”.

EFICIENCIA

La eficiencia requiere personal motivado, con debida capacitación, un moderno soporte informático y el apoyo de un sistema de transporte y de telecomunicaciones adecuado. Asimismo, requiere la uniformidad con las distintas direcciones regionales de Trabajo, de los criterios normativos y operativos.

El reciente dictado de directivas de carácter nacional, justamente busca darle a las partes de la relación laboral, predictibilidad sobre la actuación de los inspectores.

En este contexto, por el lado de la gestión, el ministro Jorge Villasante Araníbar ha programado brindar a 240 inspectores un diplomado de Derechos Fundamentales y Seguridad y Salud en el Trabajo, dictado por una prestigiosa universidad, con financiamiento de la cooperación canadiense. Asimismo, ha dispuesto la integración de todas las direcciones regionales en el Sistema Informático de Inspecciones de Trabajo (SIIT); a la vez que se dota de equipos móviles y computacionales modernos a los integrantes del sistema de inspecciones, y se adquirieran 10 vehículos que faciliten las labores de inspección en Lima, donde se concentra más del 50% de las entidades empleadoras.

Todo lo anterior servirá para lograr altos estándares de fiscalización, mayor velocidad de respuesta a las denuncias y mejor coordinación entre los distintos equipos de inspección. Si a ello se le agrega uniformidad en los procedimientos y en la interpretación normativa, es un hecho que se beneficiará a la seguridad jurídica.

CULTURA LABORAL RESPONSABLE

La Responsabilidad Social Empresarial es una corriente de pensamiento, que en su dimensión laboral permite una relación de ganar-ganar entre empleadores y trabajadores al propiciar al mismo tiempo la productividad del trabajo, la competitividad de las organizaciones, alto empleo, mejora del poder adquisitivo de la población y al término de todo ello, una paz social sostenible y necesaria para continuar con el desarrollo nacional.

Pero esta actitud precisa del impulso del Estado, para informar a los agentes laborales de que es posible buscar conjuntamente soluciones, y para ello se hace imprescindible contar con un equipo de inspectores integrado y que haga de la vocación orientadora su principal actitud.

El sistema de inspección en el Perú básicamente emite requerimientos, no impone paralizaciones de obra o multas. Las normas de procedimiento están creadas para facilitar la subsanación y las sanciones se aplican sólo ante la gravedad o reincidencia del empleador. Todo ello, demuestra que su tarea fundamental es orientar.

EL PLAN RETO

El Plan de Registro de Trabajadores Obligatorio (Reto) fue justamente concebido para crear una imagen del inspector como orientador, que colabora en fijar las bases sobre las cuales construir la empresa. Dichas bases son el cumplimiento de los estándares mínimos legales que protegen la salud, el bienestar y la seguridad de las personas que colaboran en el crecimiento de la organización.

Por ello, su objetivo es institucionalizar la “cultura del cumplimiento”, dando mayor énfasis en las labores de prevención y orientación, sin dejar de lado la labor de fiscalización.

Debe tomarse conciencia que un trabajador fuera de planilla, además de no tener beneficios sociales, no cuenta con seguridad social para él ni sus derechohabientes y carece de protección en casos de jubilación, invalidez o fallecimiento.

Incluir a los trabajadores en planilla, más que cumplir con las normas, representa un reconocimiento del empleador a sus colaboradores que a diario brindan su esfuerzo y dedicación a la empresa. Ese es el mensaje primordial del plan.

El camino que sigue es difundir dicha cultura: convencer al empleador de que el cumplimiento de las normas sociolaborales asegura que la productividad y creatividad de sus trabajadores se verá potenciada.

Tal vez, ése sea el beneficio más importante del sistema de inspecciones: brindar información a los empleadores sobre la “utilidad que genera” el cumplimiento de la normativa, como punto de partida hacia la Responsabilidad Social Empresarial y la búsqueda de la paz social.

Augusto Eguiguren Praeli

Viceministro de Trabajo

EL PERUANO

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